La Dra Karin Staab explica que en general, los equipos de ultrasonido se utilizan para varias funciones como relajación muscular, lograr un efecto analgésico, para mejorar la circulación sanguínea y cambiar la viscosidad de la sangre. La frecuencia y la modalidad de la onda cambian dependiendo del uso que se le dé. Una frecuencia de 3 MHz actúa a poca profundidad, aporta más energía y sus efectos se transmiten en el tejido subcutáneo y facial superficial, por lo que se utiliza para efectos estéticos. En éstas indicaciones, el ultrasonido, tiene un alcance de hasta 4 cm. de profundidad, por lo que no afecta a estructuras profundas del organismo, pero sí llega a capas profundas de la piel como el tejido conectivo y adiposo (grasa). Este tipo de equipos, cuenta con varios tamaños de cabezales, para realizar tanto tratamientos faciales como corporales. En cambio, una frecuencia de 1 MHz se usa para fisioterapia porque actúa a mayor profundidad focalizando sus efectos en planos musculares y los de 5 MHz apenas penetran el espesor de la epidermis.
En estética, el uso de ultrasonido es muy amplio, se usa para el tratamiento de várices, tonificar y oxigenar la piel, combatir la celulitis y retención de líquidos, para tratamientos post operatorios (evitar encapsulamiento de prótesis mamarias o luego de una liposucción para bajar los edemas y hematomas), como lipolítico, para tratar lesiones de acné o lograr una buena cicatrización de heridas, en cicatrices hipertróficas o escleróticas, etc. La ondas que emiten los equipos de ultrasonido, ayudan al drenaje linfático y mejoran la permeabilidad de la piel (ayuda a la penetración de los principios activos). Las ondas ultrasónicas se transforman en calor, lo que causa la dilatación de los vasos sanguíneos y linfáticos con un incremento del riego sanguíneo de la zona a la que se aplican.
El uso de ultrasonido genera en la piel diferentes procesos que tienen efectos fisiológicos y terapéuticos. Los efectos mecánicos producidos generan un micro masaje, cavitación, aumento de la permeabilidad de las células, mejoras en la liberación de toxinas y separación de las fibras de colágeno. Los efectos térmicos se producen debido al efecto mecánico, elevando la temperatura de los tejidos y provocando un aumento del metabolismo, vasodilatación y cambios en las características del colágeno. Esto favorece la cicatrización, la regeneración celular y la extensibilidad y relajación del tejido.
Indicaciones:
- Celulitis
- Obesidad
- Adiposidades localizadas
- Remodelación Corporal
- Estrías y cicatrices
- Trastornos circulatorios periféricos
- Hematomas
- Fibrosis y dolor postquirúrgico
- Secuelas de cirugías resectivas importantes (como aquéllas antiguas cirugías de úlceras venosas)
El procedimiento es no invasivo y no quirúrgico que ha demostrado ser efectivo y seguro, es indoloro y muchas personas lo describen como una sensación agradable de masaje.
Para la efectividad del tratamiento se recomienda realizar tres sesiones por semana; dependiendo del área y del tipo de tratamiento, la sesión dura unos 20 minutos, sin requerir reposo posterior.