El proceso de envejecimiento de la piel lleva naturalmente a una reabsorción o adelgazamiento de los pads o almohadillas grasas que dan volumen a la cara, reabsorción de los huesos del macizo facial y caída de los pads superficiales por efecto de la flacidez del sostén de las fibras de colágeno. Esto produce una caída o chalazis de toda la piel de la cara haciendo que con la edad perdamos el óvalo facial y se invierta el triángulo que conforma la estructura facial completa.
Este gran inesteticismo ha complicado mucho a las mujeres y hombres en el siglo XX, ya que después de los 40 años estos cambios se acentúan en personas que aún están activas en su vida diaria y laboral. La Cirugía durante el siglo XX desarrolló grandes procedimientos quirúrgicos grandes como es el Lifting Facial. Este tratamiento se realiza bajo anestesia, tiene un largo tiempo de recuperación y no está exento de complicaciones, incluso, en las mejores manos.
Por ello se desarrollaron técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas que pudieran dar respuesta a esta creciente demanda de las personas que sienten menoscabada su salud y personalidad debido al envejecimiento. No olvidemos que el envejecer es algo nuevo en la civilización humana. En la actualidad una mujer de 50 años es muy activa, tanto física como profesionalmente, lo que era una rareza en los siglos anteriores al XX. Igualmente, los varones de 50 o 60 años tienen muchísimo que aportar en su campo laboral, social y como hombres activos. La Medicina debe dar una respuesta acorde a los avances tecnológicos del siglo XXI.
Por consiguiente, aparecieron los Hilos Tensores. Se trata de hilos de sutura de materiales reabsorbibles con irregularidades en su trayecto que permiten que se fijen en el lugar donde se instalan. Es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo realizado por la Dra. Karin Staab en una sala de procedimiento adecuada con técnica estéril y anestesia local. Los hilos se instalan mediante una punción en la capa que va inmediatamente bajo la piel (hipodermis o tejido subdérmico), se fijan por medio de las irregularidades y estimulan una producción grande de colágeno a su alrededor. Los hilos más esa fibrosis localizada y controlada a su alrededor, traccionan suavemente la piel caída produciendo un lifting natural, sin cortes, sin anestesia general, sin todas las complicaciones derivadas de una cirugía grande.