¿Cómo funciona?
Al entrar en contacto con las células de la epidermis (queratinocitos) y de la dermis (fibroblastos), los factores de crecimiento estimulan la actividad de éstas, mejorando su metabolismo y estimulando la división celular (aumenta el número de células). Estimula también las células madre de la base de la dermis (células de «reserva») que se convierten en fibroblastos. Los fibroblastos son los encargados de producir y mantener la Matriz Dérmica. Aumenta la hidratación, ya que los fibroblastos vuelven a producir ácido hialurónico y ésta es una macromolécula que atrapa mucha agua; mejora la formación del coágeno con lo que la piel vuelve a «su lugar», es decir, sube cuando hay flacidez. Esto mejora la piel, la repara, cicatriza y rejuvenece. Este efecto de los factores de crecimiento los ha hecho llamar la proteína Antiaging.
¿En qué problemas se indica?
Está indicado en zonas de arrugas y flaccidez, como rostro, cuello y otras áreas con arrugas finas. Se realiza en pacientes cuya piel ya ha perdido la capacidad de regeneración y han comenzado a presentar los primeros signos de envejecimiento celular.
Se puede utilizar como tratamiento preventivo de envejecimiento prematuro en personas que han sido expuestas al sol o sesiones de camas solares o pieles que presentan signos de envejecimiento prematuro.
También se utiliza como co-adyuvante en tratamientos de heridas, quemaduras, cicatrices y úlceras crónicas (como las venosas) para estimular la reparación de la piel, cicatrización y formación de colágeno.
Además, tiene receptores en las células de los folículos pilosos (pelo), teniendo también acción sobre la regeneración de los folículos pilosos del cuero cabelludo.
Existen otros tratamientos médicos en los cuales se indica, como son la reparación de fracturas extensas, injertos óseos, implantes dentales, reparación de úlceras corneales, implantes de grasa (cirugía plástica) y, últimamente, en ginecología.
¿Cómo se obtiene el PRP?
Es muy sencillo. Se extrae un poco de sangre al paciente y se centrifuga de manera de separar las plaquetas de los glóbulos rojos y del resto del plasma que sólo contiene proteínas. De esta manera se obtiene un plasma con una gran cantidad de plaquetas (plasma rico en plaquetas). A esta muestra se le agrega un medicamento estéril que induce la activación de las plaquetas haciendo que éstas liberen todos los factores de crecimiento que contenían. Este líquido así obtenido está listo para utilizarse en el paciente.
¿Cómo se aplica el tratamiento?
Se inyecta en la piel por medio de Intradermoterapia, siendo aplicada por la doctora Karin Staab, especializada en ésta tecnología. Como tal, puede inyectarse superficialmente o de manera intradérmica en el caso de surcos muy pronunciados. También se puede aplicar como relleno (solo o mezclado con ácido hialurónico) en casos en que se ha perdido parte de la grasa debido a los años. Se utiliza anestesia tópica previo al procedimiento, siendo muy bien tolerado.
¿Podré continuar con mis actividades normales después del tratamiento?
Sí. En general, luego de la extracción de la muestra y de la aplicación del tratamiento, el paciente se reincorpora de inmediato a sus actividades normales. No tiene reacciones adversas, alérgicas o de rechazo inmunológico por ser un producto obtenido del propio paciente (autólogo).
¿Cuándo podré visualizar resultados?
Los mejores resultados pueden verse entre la tercera y cuarta semana de tratamiento, manteniéndose en el tiempo por varias semanas.
¿Cuánto tiempo dura el tratamiento?
El número de sesiones es variable, dependiendo de la patología del paciente, el grado de envejecimiento de su piel o el daño que presente. La doctora Karin Staab recomienda repetir el tratamiento una vez al año.