Así como la alimentación desordenada durante el año en el trabajo y también en vacaciones nuestra piel sufre por los desórdenes a los que la sometemos diariamente. El exceso de Sol, la radiación UV, la sal de mar, el cloro, la falta de agua, la deshidratación dérmica e incluso el aire acondicionado dejan marcas en la piel. Así es como al término de las vacaciones podemos notar aparición de arrugas y manchas, pérdida de brillo, resequedad en la piel y desgaste general. También en casos de mucha carga laboral o de estudios podemos observar algunos cambios en nuestra piel que producen un envejecimiento prematuro y marcado.
Después de las vacaciones es clave para la piel del rostro regenerarla, repararla en profundidad y volver a nutrirla.
- Vitaminas intradérmicas (mesoterapia facial)
- Plasma Rico en Plaquetas
- Microdermoestimulaciones
- Fotorrejuvenecimiento
- Filler o implantes.
- Rinomodelación