La doctora Karin Staab explica que PRP es la sigla de Plasma Rico en Plaquetas. Se trata de un elemento autólogo (proveniente del propio paciente) que no puede ser rechazado por la piel del paciente, ni producir alergia o intolerancia.
El procedimiento en sí es muy sencillo: se extrae un poco de sangre del paciente, la que es procesada después por la doctora Staab utilizando una centrífuga diseñada para obtener la mejor cantidad y calidad de plaquetas de esa sangre.
El paciente debe estar sano, sin problemas de coagulación o enfermedad que afecte a las plaquetas. Si es diabético, debe tener la glicemia controlada. En general no hay problemas para tratar pacientes con enfermedades crónicas como Hipertensión arterial, diabetes o trastornos de los lípidos. No requiere ayuno, ni reposo posterior. Sólo debe evitarse la toma de medicamentos que afecten la función de las plaquetas (Aspirina).
Una vez obtenido el plasma rico en plaquetas, éste se inyecta en el dermis y subdermis mediante la técnica de Intradermoterapia bajo anestesia tópica. La doctora Staab prefiere hacerlo en forma manual de manera de poder colocar lo necesario en cada sitio de la cara o zona que se esté tratando, ya que al hacerlo de manera automática no se tiene tanta sensibilidad de la piel.