Microdermoabrasión no quirúrgica

También conocido como Estimulación transdérmica con cristales o Microdermoabrasión.
Su objetivo: desprender las capas superficiales de la epidermis.

Se obtiene la eliminación de los estratos dañados de la piel y su renovación estimulando la capa basal de la epidermis y aportando nueva estructura de colágeno a la membrana basal de la epidermis. Los resultados son excelentes, se borran o atenúan las arrugas superficiales y lesiones cutáneas como la elastosis, mejora las secuelas de acné y cicatrices. Es de elección en envejecimiento facial y de cuello, acné, flaccidez, manchas solares o del embarazo y cicatrices pigmentadas como coadyuvante en su tratamiento.

La Microdermoabrasión consiste en una exfoliación rápida de células de la capa superficial de la piel y estimulación de todo el espesor de la epidermis hasta su membrana basal. Se obtienen resultados similares a los peelings, pero de una manera más profunda y no agresiva, permitiendo retornar a las actividades habituales de manera inmediata.

El procedimiento removerá la capa más externa de la piel, estimulando el crecimiento de una nueva capa más lisa, además de mejorar la producción de colágeno en su base. Esto deja una piel con un mejor color, mejor textura y brillante, libre de impurezas, que se ve y se siente fresca, lozana y juvenil.

¿Qué condiciones pueden ser tratadas con la microdermoabrasión no quirúrgica?

  • Arrugas; principalmente aquéllas que aparecen alrededor de la boca.
  • Cicatrices de acné.
  • Otras cicatrices (varicela o peste cristal).
  • Estrías.
  • Poros abiertos o dilatados.
  • Piel sin brillo o pérdida de luminosidad.
  • Queratosis pilar: “puntitos blancos” que aparecen en regiones expuestas al ambiente, como los brazos.

El procedimiento es realizado por médico especialista en la consulta y es indoloro (no requiere anestesia). Posterior al procedimiento, el paciente puede retornar a sus actividades normales, sin ninguna indicación especial. La piel puede quedar ligeramente enrojecida durante un tiempo variable que depende de la sensibilidad de cada persona. Por sus características, puede ser realizado en cualquier época del año y con una frecuencia de hasta una vez por semana.

La cantidad de sesiones dependerá de la persona, su tipo de piel y la patología por la cual se trata, además de los tratamientos asociados que se realicen.